Tras haberse "ganado a pulso" (según Lily) su primer graduado, Pipo ya está listo para su cuarto verano. Los objetivos de aquí a que comience en el cole el próximo septiembre son: soltarse en la piscina con manguitos, seguir mejorando la actitud, dejar de caminar de puntillas e intentar no lesionarse (ni lesionar). Sinceramente, me conformaría con que cumpliera un par de ellos...
viernes, 24 de junio de 2011
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