Que este verano no ha sido el mejor de la historia de la humanidad no te lo voy a descubrir ahora, pero te aseguro que hemos tratado de aprovecharlo. Si agosto quiso reparar en parte la falta de playa de junio y julio, en septiembre todavía tuvimos tiempo para que Javier disfrutara de unas cuantas jornadas de cubo y pala en Corujo, y de manguera en Pías.Estos días están por aquí los titos exiliados, que se han ganado el favor de Pipo adoptándolo en dosis de horas.
En el apartado "habilidades", ya casi repite todo lo que le pides (aunque sigue siendo un vago de carallo para hablar), pero lo que no pierde es la combinación ángel-demonio que me tiene tan enamorado: lo mismo es puro amor como entra en barrena y no conoce a nadie.
El pasado 1 de septiembre empezó la guardería, aunque para demostrar que los horarios los marca él, lo hizo colgando clase, así que no se incorporó hasta el día siguiente. La adaptación está siendo mucho mejor de lo que esperábamos, pero la profe ya nos dice que "es un poco travieso, no para ni un momento" (jeje... no le queda nada, a la pobre). La pasada semana, estando yo en Cartagena, comió por primera vez en la guardería, y parece ser que muy bien.
A mí cada vez me cuesta más irme de viaje...
Mumiendo con el Abu en Corujo (yo nunca he logrado eso...)
Primer día de guardería. Ya ha entrado en la rueda, snif...
Con los titos en el Marítimo, paraíso natural
¿Dónde está Tito Seo?...
Emma con la suegra
...y Pipo con ella y con el suegro
Burrum, burrummmm!
Con Natalia y Eugenio, que esperan criatura
Dale una manguera y es feliz
Y si le mojas con ella, ¡ya ni te cuento!
Con mami en La Sirenita
Construye, construye...
El edificio de ahí detrás lo construyó él en dos patadas
No ha perdido la habilidad de "funny face"
De paseo por La Alameda una tarde con su papi
Pasión por los helados...
Como siempre, lo mejor para el final: ¡Javi Manero en acción!
