Hoy celebramos...

...las primeras 100 entradas en su blog!

Resulta difícil de creer, pero desde que empezamos javierinadas el 22 de enero de 2008 (al día siguiente de que naciera Pipo) ya te hemos contado 100 historias diferentes y mostrado su evolución a través de más de 1.000 fotos.

En estos poco más de 40 meses, Javier ha pasado de apenas balbucear a contar e inventar historias con una claridad meridiana; ha pasado de descubrirse las manos a presumir de que corre tan rápido "como el Rubio, papi" (Dash, el niño de Los Increíbles); ha conocido a cientos de personas, pero también a Mickey, Minnie, Pluto, Donald, Goofy, Chip y Chop, Buzz Lightyear,...; ha descubierto Madrid, Alicante, Milán, Salamanca, La Romana, Lanzarote, Daytona, Orlando,...; ha volado en avión, navegado en barco y montado en camello; ha descubierto que le chiflan los hinchables ("pero con calcetines") y todo tipo de parques; ha elegido el chocolate y la stracciatella como sus sabores de helado favoritos; ha salido en la tele como hijo de Bouwe Bekking; ha abierto decenas (cientos?) de Kinder Sorpresa; le ha dado el chupete a los Reyes Magos "para que se lo puedan regalar a otro nené"; ha soplado una, dos y tres velas propias, y otras muchas ajenas; ha recibido heridas de guerra (y seguro que también provocado más de una)... Yo creo que lo está pasando bien.

Te propongo un juego: repasa el blog y elige la historia o foto que más te ha gustado. Si os animáis más de uno, publicaré un "montaje del director".

Te dejo con un pequeño repaso de momentos destacados...

Con dos meses ya apuntaba personalidad

Primer viaje: Alicante para la salida de la Vuelta al Mundo

Su primera velita

Primer viaje "largo": Milán para conocer a María

Segundo añito

Con dos años ya se bañó en el Caribe

Los tres los cumplió en Lanzarote

...y poco después visitó la casa de Mickey Mouse

Primeras pedaladas

Como te expliqué en su momento, a Pipo le cayó una bici por Reyes en casa de los abus. La descubrió en febrero, al regresar de Lanzarote, y apenas probó a subirse y averiguar cómo funciona en el pasillo de casa... hasta el pasado viernes. Para su primer experiencia ciclista elegimos el paseo de la playa del Vao, y he de reconocer que me sorprendió lo rápido que le cogió el tranquillo.

Tras un par de minutos empeñado en cargar cada pedalada echando el pie hacia atrás, entendió que si alternas pedales la cosa avanza mejor. La segunda lección fue mirar hacia adelante, cosa que empezó a hacer cuando logró mover los pies sin tener que vigilarlos. Lección tres, frenar, que ya la ha aprendido, pero la mayoría de las veces prefiere detener el artefacto por medio de la acción de la gravedad (cuando choca, se detiene).

El sábado me lo llevé al circuito de El Castro para su segunda experiencia ciclist, donde pudo aplicar lo que aprendió el día anterior y rodar en un entorno más "profesional", con carriles, semáforos, rotondas y hasta pasos de peatones.

Para completar su cursillo acelerado de bici, el domingo se soltó en Pías, donde demostró que ya puede rodar solo (aunque los setos sufrieron su empecinamiento a frenar contra las cosas).

Seguiremos informando...

Circuito de El Castro, aprendiendo normas de circulación

Y para finalizar, ¡la prueba!