Manzaneda

Cuando ya nos habíamos resignado a despedir la temporada sin haber podido pisar la nieve, el mes de marzo nos brindó una oportunidad que no pudimos rechazar. Manzaneda esperaba con parte de nieve y la presencia de los Gogos y los Bourgones, presentando un planazo de fin de semana largo que incluyó hasta el martes de Reconquista. Aunque Fernando, Gema, Claudia y Jaime sólo coincidieron con nosotros un día, les tomaron el relevo los Chambos. El domingo nevó de lo lindo y hasta pasamos frío; el lunes, mejor; el martes, con un solazo que fue derritiendo la nieve, pero que no impidió que nos pegáramos unas buenas bajaditas. Nosotros elegimos el hotel La Viuda, en Trives, aunque la base de operaciones fue el apartamento de los Gogos. Reímos, comimos, jugamos... y hasta retozamos en la nieve en bañador. Pipo, Carmen y Emma volaron solos. ¡Memorable! 

Sí, es nieve. Sí, está jamao!

Alejandra, Martina y Alma, autodenominadas "las mejores esquiadoras"

Alejandra, papi, mami, Celia, Chambo y Alma

Pipo, Gema y mami

El solazo del último día derritió la nieve

Carmen, Martina, Alejandra y Pipo, preparados para la batalla

Cuatro bombones enlatados

Una de molinos

En una de esas escapadas dominicales con los Gogos y los Bourgones, elegimos excursión por los molinos de Folón y Picón. El día pasó por casi todas las estaciones, incluyendo nubes, momentos de sol y hasta aparición de ligeros chubasquitos. Llegar fue toda una aventura gracias al TomTom del sherpa de la expedición, que nos llevó a descubrir carreteras de montaña del norte de Portugal entre sanos cabreos y ricas carcajadas.

Aparcamos los coches en el restaurante donde comeríamos, Casa Pintora, en el comiendo de la subida a los molinos del Picón. Los remontamos enteritos y bajamos por los del Folón. Una caminata espectacular, en la que se cuentan casi 60 molinos, una cascada y vistas panorámicas difícil de describir. 

Los componentes de la expedición fuimos Alejandra, Martina, Claudia, Carmen, Jaime, Pipo, Patricia, Bea, Gema, Marcos, Fernando y yo.