Julio 2015

El mes de julio ha sido para mí el auténtico verano. Entre trabajo y meteorología, ni agosto ni septiembre los he sentido como tal. Julio fue el mes en que Vivís cumplió 10 años (ya...), en que los nanos aprovecharon la piscina como si no hubiera un mañana y en que pudimos disfrutar de varios días memorables de playa.  

Amagando una de Vao, antes de regresar a Sirenita

Pisci time!

El verano pasado ya dominaba, pero este año es un maestro

Último verano con manguito (uno, por cierto)

Ellos prefieren piscina por sus amigos, pero a mí no me quites esto...

Sobran comentarios...

Camping Solita

Desde que nos mudamos a Finca Solita, siempre he querido que Pipo aprovechara el fantástico jardín para acampar. Como nadie se arrancaba, me dio por organizarlo a mí. Montamos un par de tiendas, pedimos unas pizzas para cenar, y hala! La cena tuvo éxito (asistieron una docena de nanos), pero lo de dormir sobre duro no tanto. Los valientes fueron Jaime, Sergio, Gael y Pipo (bueno, y su padre, que se quedó aunque apenas logró conciliar el sueño); Alejandro se rajó en mitad de la noche y se fue a dormir calentito a casa.

Pipo lo pasó bomba y ya quiere repetir. Objetivo cumplido!

Surfing

Una de esas cosas que me hubiera gustado hacer de nano es surfear. Ni surgió, ni lo busqué. Fallo mío. A Pipo le surgirá la oportunidad, porque ya me encargaré yo de ello. De momento ya ha podido saborear la emoción de bajar unas pocas olas. La tabla era prestada (gracias, Jaime), pero ya tiene la suya propia y en breve repetirá. Tampoco es surf, sino body, pero por algo se empieza... El tío disfrutó de lo lindo.