Aprovechamos el primero de mayo para irnos a pasear por los montes de Baiona. Alejandra y Patricia no pudieron venir, así que Pipo y yo nos calzamos las botas y nos unimos a Bea, Martina, Carmen y Marcos en una caminata hacia el alto de A Groba. Disfrutamos de unos ricos bocatas con vistas excepcionales. A pesar de la paliza, los nanos se portaron genial.
Pipo disfrutó de lo lindo y no se quejó del palizón |