jueves, 20 de marzo de 2014

El entrañable Pipo de las nieves

Dos años después de su primer contacto con la nieve, Pipo volvió a la estación en la que se estrenó y junto a la misma Periquita con la que conoció el significado de "hacer la casita". En esta ocasión, además de sus respectivos papis, les acompañaron sus mamis. Por primera vez esquiábamos todos juntos.

El plan consistió en dos jornadas y media de esquí, con dos horas de clases por día para los nanos. Decir que las aprovecharon bien es quedarse corto. Aunque pensábamos que tal vez no recordaran las lecciones que recibieron en 2012, nos sorprendieron a todos comportándose como jabatos. El último día bajaron con nosotros por una pista no apta para principiantes. ¡Unos campeones!

Para dormir elegimos de nuevo Felechosa, pero esta vez le dimos una oportunidad al hotel El Rápido, que cumplió nuestras expectativas. La experiencia se completó en el camino de ida con parada en la espectacular Cueva del Cura (Valdevimbre) y en el de vuelta con comilona en La Praillona (Boñar). Lo pasamos genial.    

Con César, primer profe (y preferido de Pipo)


Despedida de lujo: último día, ¡dos monitores!


Foto en homenaje al inigualable Keith


Espectacular paisaje entre la estación y el hotel


Con mami y la extraña nube del segundo día



Panorámica en San Isidro


Pipo fashion estilo pijolas de St Moritz


¡Si es que son dos peasos de modelos!


"Papi, bajé esquiando desde ahí arriba"


Remontando, OK!... 


...en la cumbre, OK!...



 ...y descendiendo, OK!


 Pipo-mami-papi, happy-happy-happy!


Y para despedirnos, una muestra del dominio de los nanos




lunes, 10 de marzo de 2014

El pollito hace pio-pio

Qué mejor forma de ir a las comparsas de Mondariz que vestida de pollito. "Alejandra, ¿cómo hace el pollito?". "¡Pio-pio!".

PD.- Pipo ya había posado igual de pavero con ese mismo disfraz. Pincha aquí.