La cosa sigue bien. De momento, Javier duerme las horas que debe, come lo que debe, crece lo que debe, hace las guarrerías que se supone que debe –a mí me sigue pareciendo algo irreal– y se comporta como debe. El comienzo de su segundo mes de vida ha sido tranquilo, con un par de comidas fuera de casa para aprovechar el sol, paseíllos casi diarios, aguna visita y poco más.Hoy te voy a hablar de uno de sus mejores momentos del día: el baño. Suele tocarle antes del último bibe de la jornada, a eso de las 20:30-21:00h. Como en ese momento siempre tiene hambre, lo normal es que llegue a "la piscina" con mala leche, jurando en bebé, pero es meterlo en el agua y se relaja de forma automática. Es como accionar la tecla del relax. Patricia lo maneja con total soltura, y en cosa de 5 minutos ya está bañado, empañalado y empijamado. Bibe y a la cuna. En este primer sueño de la noche es raro que baje de las 4 horas, lo que es una delicia...
¡Mira qué cosita cuando sale de la pisci!
Hay que reconocer que cuando duerme, ¡duerme!
...y cuando no duerme, no duerme
Con Marta y Angelito –con cara de idem–
No me canso de mirarle las manos
Vídeo con los consejos de JaneAsí se despereza el dormilón...
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