A punto de cumplir su primer mes en Lanzarote, Pipo parece haber encontrado su lado "conejero", y se mezcla con el entorno como si esto estuviera hecho para él. Ya ha conseguido modificar su tono de piel, de su habitual "blanco nuclear" a un "blanco roto" (debe ser la primera vez que alguien utiliza este término fuera del ambiente de las bodas!). A ver quién es el guapo que le explica en febrero que tenemos que regresar a ese lugar donde la playa es sólo cosa de cuatro meses al año...
Sí, lo sé: peinado cambia bastante
Esperando la pizza en el Comendatore (recomendatoreable!)
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Creo que esta es de cuando se la pusieron...
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