jueves, 6 de enero de 2011

Réquiem por el tete


Han sido casi tres años de fidelidad absoluta, 1.080 días consolándole en los momentos de berrinche, acompañándole en siestas, actuando como atrezzo en cientos de fotos, compartiendo cada sueño sin excepción... Pero la noche del 5 de enero vino Melchor y se lo llevó a cambio de un Spiderman y un Mister Potato. El trato parece haber convencido a Pipo, que desde entonces apenas ha preguntado por su amigo inseparable, y sólo en momentos de máxima tensión e infelicidad pide "el tete, la gasa", yo creo que más por ser una frase hecha que por echarlo de menos. Y cuando insiste en preguntar dónde está su tete, basta recordarle que se lo llevaron los Reyes para que te mire con una media sonrisa y te diga: "vale, papi".

Cuando sea mayor, no sé si le gustará más contar la anécdota de que se lo cambió a Melchor por un par de regalos de valor incalculable, o que está enterrado cuan tesoro en algún lugar secreto de una isla llamada Lanzarote.

Personalmente, reconozco que me da cierta pena verle hecho todo un señorito, y que me gusta revisar aquellas fotos en las que el chupete le cubría media cara. Pero bueno: sabíamos que era cuestión de tiempo...

No hay comentarios: