martes, 19 de marzo de 2019

San Isidro 2019


Cuando ya casi habíamos perdido la esperanza de esquiar esta temporada, a mediados de marzo se abrió una ventanita por la que no dudamos en colarnos. El plan consistía en viajar hasta San Isidro y disfrutar de un par de jornadas de esquí junto a Alma, Emma, Aroa, Celia, Ana, Miguel y Guillermo, con quienes compartiríamos casita de turismo rural en Puebla de Lillo. La experiencia resultó un acierto total, con nieve suficiente para que los peques esquiaran de lo lindo y una ubicación estratégica para disfrutar de la gastronomía local de mano del siempre correctísimo restaurante Madrid. 

Alejandra avanzó un pasito más en su habilidad con los esquís junto a sus amigas Alma y Aroa, y Pipo me volvió a demostrar que ha nacido para este deporte.

Paradita para comer en las cuevas de Valdevimbre
Cervecita después de una rica jornada de esquí
Alejandra, Alma y Aroa, rumbo a su clase
Cinco soletes que lo pasaron genial
Estrenando su traje nuevo, Alejandra estaba así de linda
¡Equipooooo!
Me encantó esquiar con los dos
...y que disfrutáramos en familia


La clásica foto que quiero seguir repitiendo mientras me aguanten las piernas
En el embalse del Porma, ya de regreso a casa

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