Pipo y yo nos subimos de nuevo a la moto para dar un paseo de altura. Como el tiempo acompañaba, se me ocurrió subir a Chandebrito primero y al Monte Alba - O Cepudo después. Fue apenas media horita de ruta para disfrutar de unas vistas magníficas y –lo que es mejor– de la sonrisa del enano. Le encanta ir en moto; a mí, llevarle.
Desde aquí, Chandebrito parece un pueblo en miniatura |
Magnífica vista desde O Cepudo |
No se puede ser más rico... |
No hay comentarios:
Publicar un comentario