Con junio llegaron las vacaciones y el tiempo de disfrutar de la piscina. En este caso, la de los abuelos, que ha estrenado fondo y más parece una poza en la Costa Smeralda que un "bujero" en Pías. Eso sí, lleno de agua de Mondariz. ¡Ahí es ná!
PD.- Efectivamente: ¡el planchazo fue monumental!
Cambio de puesto. Pipo –esta vez–, de cabeza
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