Alejandra & Javier (Pipa & Pipo) evolucionan favorablemente, cada uno a su ritmo.
La enana crece a golpe de teta, y pronto cumplirá sus cinco primeras lunas, puliendo su eterna sonrisa y manteniendo (al menos de momento) un azul intenso en ese par de ojos que te miran fijamente como si estuviera tratando de adivinar lo que piensas (estos angelitos vienen ya cargados con el gen de la seducción, qué miedo dan!).
Su hermano está hecho un genio del humor, y tras cumplir sus primeros 51 meses, todavía continúa trabajando a 45 rpm y caminando de puntillas. Esta edad es genial: ya es posible razonar con él (con las enormes ventajas que ello supone), te sorprende cada día con sus 'frases de mayor pequeñizadas' con matices siempre graciosos, pregunta, muestra curiosidad y aprende a un ritmo que provoca envidia. Un demonio bueno.
Su hermano está hecho un genio del humor, y tras cumplir sus primeros 51 meses, todavía continúa trabajando a 45 rpm y caminando de puntillas. Esta edad es genial: ya es posible razonar con él (con las enormes ventajas que ello supone), te sorprende cada día con sus 'frases de mayor pequeñizadas' con matices siempre graciosos, pregunta, muestra curiosidad y aprende a un ritmo que provoca envidia. Un demonio bueno.
Corriendo por el típico cuadro de las Rías Baixas
Con mami en Playa América
De izquierda a derecha: Papi, Pipa, Pipo
Afición favorita: de saltos con Vivís (en Panjón)
Si la nena desaparece, esta joven será la principal sospechosa
Aquello del fondo es Bayona, el día de la Arribada
Aprendiendo el arte del pivoneo con dos maestras
Pablo y su sistema tradicional: la letra, con sangre entra
Ya me gustaría que se llevaran de mayor como sus padres
La nena, con la tita Amanda, que vino a conocerla
Ya no se puede decir que no ha roto un huevo (por si había dudas...)
Mmmm... No tengo palabras
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